¿Qué diferencias hay entre la realidad y la ficción? ¿Cómo se construyen historias a través de los cuerpos? El teatro, capaz de retratar desde la más pura cotidianidad hasta la leyenda más surrealista, se ha configurado como un espacio polivalente donde cualquier personaje tiene cabida. Hoy, queremos centrarnos en esos momentos creativos. ¿Cómo se convoca a la dramaturgia? ¿Cuáles son las particularidades de la construcción de una obra teatral? ¿Cuál es el panorama del teatro salvadoreño? Para contestar a todas estas preguntas, traemos a un invitado, amigo y artista, que ha estado delante y detrás de la escena.
En este programa de Liminales vamos a explorar la escena teatral salvadoreña de la mano de Napoleón Alfaro. Veremos si del arte se vive o se sobrevive y exploramos en Cosas de casa cómo el teatro es capaz de fusionarse con todas las disciplinas artísticas.
Para Napoleón ser un dramaturgo es aquella persona (hombre, mujer o como quiera definirse) que se dedica a escribir, componer historias para el teatro, para la escena, para que sean encarnadas por actores o actrices. Además, nos menciona «que es un trabajo colectivo aunque en algún momento tengas que aislarte un poco y tener ese espacio y ese tiempo para poner las manos sobre el teclado».
Nuestro objetivo es darle voz a profesiones y profesionales invisibilizados, a crear nuevos referentes que no sabíamos ni que existían. A explorar y explorarnos. A reírnos, charlar e informarnos. ¿Te apuntas?